Estaba de vacaciones en la playa y nos encontramos por casualidad, hacía tiempo que no nos veíamos, y allí tan lejos de casa nos vimos casi sin pensarlo. Tantos años de amistad, de quererte en secreto y estábamos tan cerca ahora.
Podría haber disimulado como siempre pero me sentía muy tonta, no podía decir palabra alguna, jamás imagine tenerte tan cerca y los nervios me jugaban una mala pasada. De pronto quería confesarlo todo, soñaba con una posibilidad así de vivir un romance de verano… pero sólo era un encuentro fortuito en una playa, ni siquiera sabía con quién estaba él. Y todo esto paso por mi mente en segundos, porque no nos habíamos saludado aún, aunque sabía que era mi oportunidad.
- Hola linda, tanto tiempo sin vernos, ¡qué casualidad encontrarnos aquí!
- Ho hola… si quéee casualidad… ¿cómo has estado? ¿con quién estás?
- Todo bien, aquí con amigos… en serio me alegra verte… podríamos hacer algo juntos…
- Claaaro, también me gusta verte, estoy con familia y amigos, pero encantada de hacer algo juntos…
No lo podía creer, ¿de verdad estaba pasando? ¿me estaba invitando a salir? ¡Qué felicidad!
Intercambio de números de teléfono, mensaje va, mensaje viene y allí estábamos caminando en el atardecer por la playa, hablando, riendo juntos y nuestras manos rozándose… Estaba como en una nube, no podía dejar de sonreír cada vez que me miraba y ansiaba el gran momento, porque todas las señales estaba ahí…
Él me había invitado a salir, él me tomaba de la cintura cada vez que podía, él me miraba cariñosamente… él frenó de pronto, él me puso frente a él, él me acariciaba los brazos, él tomó mi pera para que levantara la mirada, él me vio con deseo, él me besó…
Un beso que casi casi me derritió por completo, un beso suave al principio, un beso apasionado después, el mejor beso de mi vida… Allí en la playa, allí en la suave arena, allí nos amamos, como si no existiera un mañana, fue tan especial, tan deseado, tan perfecto… un momento tan nuestro… no lo podía creer, fue todo lo que había deseado y mucho más…
Dormimos allí abrazados, mi rostro en su pecho… podía sentir los latidos de su corazón… no quería despertar, quería que ese momento fuera eterno…
Hasta que desperté y me di cuenta que todo fue una ilusión… porque él no estaba a mi lado, porque ni tampoco en la playa estaba… porque mi cuarto era el mismo de siempre, porque en mi cama sólo estaba yo…
Las canciones nos ayudan a decir grandes verdades que muchas veces no nos animamos a confesar o simplemente contar. Tal vez por miedo, por vergüenza, por el qué dirán o por amor.
¿Qué no me animo a confesar? ¿Cuál es mi excusa?
No animo a contar que duermo poco y miro series o leo para no conciliar el sueño, porque duermo poco y sueño cada noche con vos…
Sino lo confieso no es por amor, no es por miedo, no es por vergüenza, es porque es mi sueño, es muy mío, es mi pequeño gran refugio.
Ése con el que sueño no es siempre el mismo, no es siempre la misma situación. Él puede ser alguien nuevo o alguien conocido. Podemos estar en la montaña o en el mar, podemos tomar sólo nuestras manos o amarnos hasta el amanecer.
Él puede que seas tu… esta noche te veo en mis sueños… es una cita… no me dejes sola, para poder encontrarnos…
