Después de más de un mes de una paritaria caliente con ATE, el gremio que comanda Roberto Macho aceptó la propuesta de aumento salarial del Gobierno, aunque pidió que se deje sentado por escrito que habrá una revisión en octubre en caso de que vuelva a dispararse la inflación.
El visto bueno a la oferta se llegó tras un plebiscito en el que los propios empleados estatales votaron durante cuatro días para aceptar por una mayoría del 96,1% en el Régimen 05 de Administración Central; y el 91,13% en el Régimen 15 de Salud.
Ya Macho había advertido el viernes acerca de la propuesta «sorprendente y superadora» que recibió ese día de parte de los negociadores del ministerio de Gobierno, Trabajo y Justicia. La misma incluye el aumento al básico de 7% en septiembre, 8% en octubre y 7% en noviembre, más otros beneficios en ítems puntuales de cada régimen laboral y el pase a planta de trabajadores que lo esperaban desde diciembre del 2019.
De acuerdo a esa variación y según explicaron desde el gremio, a algunos trabajadores este nuevo aumento les significará un incremento anual del 72% y a otros del 82%. «El 90% de los trabajadores de Salud llegarán al costo de la canasta básica» con el próximo salario; en tanto que «el 80% de los trabajadores de la Administración Central llegarán a ese costo en octubre», dijo Macho.
Acuerdo salarial de ATE en paritarias
«Acá para el régimen 05 de la Administración Central como para el régimen 15 de Salud el aumento está en blanco, van al básico de revista de cada trabajador y se plantea en adicionales específicos que están atados a la clase 13», explicó Roberto Macho el viernes sobre la propuesta que decidió bajar a las bases para que la votaran los empleados.
«Estamos en condiciones de decir que un 90% de trabajadores de la salud con 8 horas en septiembre llega al marco del costo de la canasta alimentaria. Este aumento salarial se traslada a contratados, prestadores y voluntariados», ejemplificó el sindicalista.
Con este acuerdo paritario con ATE, que se suma al del SUTE y el de Ampros, el Gobierno consiguió aplacar la tensión social que venía escalando desde fines de julio y principios de agosto cuando se dieron distintas jornadas de paro y multitudinarias manifestaciones.
El planteo sobre los descuentos por los días de paro
Adriana Iranzo, secretaria adjunta de ATE y CTA Autónoma Mendoza, le pidió al Gobierno que «tenga una mirada más profunda y que sea más delicado en el asunto porque ya hay algunos que están recibiendo descuentos«.
Especialmente sobre los trabajadores de la Salud, advirtió que estuvieron «al pie durante toda la pandemia, se les murieron familiares y compañeros y a pesar de ello, se les hacen descuentos».
«Tienen horas de más, fueron recargados y aún en algunas instituciones no les dan ni licencias ni permisos. Veamos la carga horaria de los trabajadores«, propuso. «Que se les descuente de ahí pero no de los salarios», pidió.
Por otra parte, Patricia Irrutia, secretaria general de ATSA, advirtió que «no venimos a buscar solamente algo salarial si no también condiciones laborales».
Mientras que «el 13 de septiembre tenemos mesa técnica para los profesionales que quedaron fuera de la negociación y no cubren la canasta básica», dijo respecto de nutricionistas, psicopedagogos, licenciados en enfermería, kinesiólogos, fisioterapeutas, asistentes sociales y odontólogos, entre otros.
Los aumentos en los distintos ítems hicieron la diferencia
A mediados de agosto, ATE rechazaba de plano la oferta de aumento del Gobierno y convocaba a un paro de 96 horas a partir del 22 de agosto.
En aquel momento Roberto Macho calificó la propuesta oficial de insuficiente y remarcó: «Ni siquiera nos trajeron las simulaciones, porque saben que eso significaría una suba mínima, de $3.560 para los trabajadores a partir de septiembre. Un par de kilos de pan. Nosotros rechazamos eso», y añadió «el Gobierno provincial no está dispuesto a pasar a planta a los compañeros que lo están exigiendo, ni planteó el cambio de régimen de los licenciados en enfermería».
Este último punto y los aumentos de los distintos ítems de cada régimen laboral habrían sido la clave para que ahora la cúpula de ATE decidiera bajar la oferta para que la votasen las bases.
