Una vez leí una bella historia… era un pasaje de un evangelio apócrifo dónde contaba cómo José había elegido a María para ser su esposa, mejor dicho, cómo Dios eligió a José para ser esposo de María…
Varios hombres viudos, incluyendo a José, debían elegir varias, un sacerdote oraba con ellas y se las devolvía a los hombres, aquella vara que hiciera algún prodigio llevaría a su casa a María que vivía en un templo y ya tenía edad para casarse.
Ninguna de las varas hizo algo especial, hasta que llegó el turno de José, tomó la última y de ella salió una paloma que se posó sobre él… así el carpintero, viudo según ese cuento, se llevó a María consigo para casarse con ella.
Y si es un cuento, una historia más sobre todo lo que rodea a Jesús y a Dios, pero siempre tiene algo de magia y es divertido conocerlas…
Lo que no tiene magia ni fantasía es que San José, hoy es su día y su año, era un hombre bueno, padre de familia, que siempre cuidó a María y a su hijo y le inculcó valores como el trabajo y el amor a Dios, sin olvidar que Él lo eligió como padre de su hijo.
Así como es el día de San José, también se celebra el día de todos los hombres, muchos de los cuales se merecen un gran saludo porque son hermosas personas, muchos otros se merecen los peores insultos por no portarse como hombres y hacer sufrir a todo su entorno por ejercer violencia y hasta femicidios.
Ojalá en un día como hoy muchos puedan reflejarse en la vida de San José y, sean creyentes o no, aprendan de su forma de vida y puedan vivirla dando el ejemplo a sus hijos, sobrinos, hermanos, primos, tíos, amigos, alumnos, profesores y todos a quienes rodean…
La violencia contra la mujer, tanto psicológica como física, comienza por casa y para que no siga ocurriendo la mujer debe tener herramientas válidas para defenderse y detenerlas y los hombres deben dar el ejemplo a sus hijos enseñándoles a respetar a las mujeres de la casa.
Espero que de a poco aprendamos a ser mejores personas y que un día toda violencia se termine.




