Técnicamente hace un comenzaba el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), más conocido como CUARENTENA, de manera improvisada creo yo, no voy a comenzar datos exactos de fríos números y fechas porque no creo que valga la pena, todos sabemos y hemos sufrido la pandemia por Covid en menor o mayor medida y definitivamente ninguno de nosotros somos los mismos desde hace un año.
Seguramente quienes más sufrieron y sufren al Corona Virus son quienes tuvieron la enfermedad y quienes perdieron a un ser querido por ella y eso no se puede contabilizar con números porque no hay números que alcancen…
Todo el personal sanitario también ha pasado momentos difíciles, horas y horas de trabajo, no siempre contando con los mejores medios, y estando igual firmes para hacer frente a lo desconocido, a un virus que recién comenzaba, que nadie conocía con certeza y que calaba hondo.
Mucha gente perdió trabajo, mucha gente perdió contacto con familia y amigos, mucha gente quedó aislada o varada, mucha gente no supo cómo seguir adelante, mucha gente si supo hacer dela crisis algo nuevo y bueno. Mucha gente se reinventó, mucha gente aprendió algo nuevo, mucha gente emprendió un trabajo nuevo, mucha gente comenzó a comunicarse por otros medios.
Pero también se perdieron varias cosas como el tiempo, un año completo tuvo el gobierno para avanzar y tomar buenas decisiones con respecto a la educación. Muchos niños no pudieron adaptarse a clases virtuales o a tareas por celular, y en todo un año no pudieron idear algo para que no pasara de nuevo. Las clases comenzaron con una improvisación increíble y seguramente se perderá otro año escolar, otro año lectivo que será muy difícil recuperar.
La improvisación lo rige casi todo en Argentina, las vacunas van llegando e improvisan su colocación, no se sabe con certeza cuántas llegaran ni cuándo. Con la salud y la economía es lo mismo, se improvisa sobre la marcha y se especula con una segunda ola de Covid, que ojalá no llegue nunca. Pero si el gobierno especula, los empresarios especulan, la sociedad especula y todos tiramos de la cuerda para saber hasta dónde llegamos, hasta el límite, al filo del acantilado…
Sea como sea, hace un año que no somos los mismos, los barbijos sólo nos permiten vernos a los ojos, puede ser bueno o malo según como lo sintamos, podemos decir mucho sólo con la mirada y, lamentablemente, puedo ver muchas dudas e incertidumbres en el futuro cercano, más que esperanza y alegría por aprender de los errores, corregirlos y ser mejores personas casa día.
