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No quedan amuletos, si recuerdos que no pueden archivarse

No quedan amuletos es un unipersonal basado en el libro homónimo de Vera Jereb  (verajereb), donde se nos muestra desde la ambientación, la actuación y la dirección un futuro no tan lejano donde las nuevas tecnologías, especialmente la inteligencia artificial han tomado la vida de los humanos, los han endurecido y no les permiten tener recuerdos. Ver este obra es la posibilidad de repensarnos hacia el futuro y no permitir extrañar cosas tan importantes como dormir, soñar y coger entre otras, así como siempre construir algo con el pensamiento, una oración, un cuento, un libro, una idea…

No quedan amuletos, está protagonizada por Celeste Álvarez y dirigida por Fabián Castellani (fabiancastellaniteatroymusica), es la nueva propuesta del elenco Bajo la Arena Teatro (bajolaarena.teatro)y quedan sólo dos funciones para que puedan disfrutarla. La cita es los días sábados de junio a las 21hs en La casa del Ciervo (Vieytes 435, Maipú) y las entradas ya están a la venta por entrada web.

En No quedan amuletos con una puesta en escena muy simple, pero también muy pensada, una cama no es sólo una cama. Celeste Álvarez no es sólo una actriz, el uso excelente uso de su cuerpo es la posibilidad de verla no actual con el, con su rostro, con su voz, una actriz más que completa a la cual le crees todo lo que pasa en la obra, que es mucho. Y la magia de Fabián Castellani, que le imprime a cada una de las obras que dirige con la intimidad necesaria para que el público se sienta parte de la obra. Otro punto muy importante del unipersonal es la realización audiovisual de Paola Alonso que complementa la puesta en escena y la historia que nos cuentan.

La protagonista lucha durante la historia contra la virtualidad, contra chips, contra un entidad que no le permite tener recuerdos, sin embargo ella extraña la piel, coger, besar por todo el cuerpo a su amor, también extraña comer, dormir y soñar, cosas vanales dice ella, pero definitivamente no lo son… al menos hacia el final ese hombre le dice que hay cosas que no pueden archivarse, un poco de esperanza nos queda en el pensamiento… ojalá haya siempre cosas que no pueden archivarse, ojalá haya más teatro con el cual construir algo con el pensamiento, ojalá no permitamos que el futuro sea todo lo malo que nos pintan, y sea todo lo bueno que puede llegar a ser.

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