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La hija de Dios, una mirada hacia el padre, más que al hombre más famoso del mundo

De Maradona parece que lo sabemos todo, pero no es así. El Maradona padre, papá de Dalma, sólo ella lo conoce, sólo ella puede describirlo, sólo ella nos lo puede mostrar, sólo ella nos puede construir una imagen nueva y más completa.

La hija de Dios es una serie de 3 capítulos que se puede ver por HBO MAX y donde a través de la mirada de Dalma Maradona podemos conocer o recordar anécdotas de Diego que nos resconstruyen al papá, pero también al jugador y al hombre. En la serie abundan los videos caseros de la familia, hay interesantes entrevistas y testimonios que nos llevan al lado más humano del 10.

Dalma a lo largo de la docuserie nos muestra una visita a Fiorito por primera vez junto a su tío Lalo Maradona, un caballo que cruza la filmación como «señal del cielo»… el relato pasea al espectador entre las lágrimas y la risa, como cuando Lalo cita una ocurrencia discursiva de Diego en relación a esa habitación en la que dormían hacinados los ocho hijos de Doña Tota y Don Diego: «Soñábamos todos igual».

La producción de Infinity Hill (Axel Kuschevatzky) y Nativa Contenidos no esquiva el costado más doloroso de esa paternidad, el de la adicción a las drogas («siento que hizo lo que pudo con su cruz», deduce Dalma) y muestra ese rol involuntario y natural que ella tomó a lo largo de tres décadas: el de quien se transforma en algún punto en «cuidadora», en la muralla que abraza para que ese hombre en la cornisa del palco no se caiga.

Jorge Burruchaga, Guillermo Coppola, Ángel Di María, Fernando Signorini, Sergio Goycochea, Carlos Tevez, los tifosi del Napoli y más personajes. Dalma pregunta en la Argentina y en Italia (a donde viajó especialmente) y las anécdotas hacen el resto. Así se hilvana el retrato sobre ese humano tan impredecible como complejo.

Uno de los puntos más altos se da con el regreso de esta hija a Paradiso di Soccavo, el lugar donde Napoli entrenaba y ella enganchaba margaritas en las medias del jugador. El centro de entrenamiento está abandonado, en ruinas, y alguien desmaleza y le permite entrar. Una metáfora de esos lugares donde fueron felices y el tiempo hizo su trabajo sombrío.

Aunque con varias referencias a la injusticia de su muerte, el documental no ahonda en los últimos meses de Diego. Hace zoom en ese padre de los primeros años. Después de todo, un recuerdo es un fragmento elegido, diseccionado, a veces erosionado por el reloj y recreado con total subjetividad. Y Dalma elige su foco y lo hace siempre desde la amorosidad. La sangre, como la pelota, no se manchan.

Serie documental. Dirección: Lorena Muñoz. Guion: Lorena Muñoz, Josefina Licitra y Sebastián Meschengeiser. Emisión: HBO Max. Tres episodios que rondan los 45 minutos.

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