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Escapar hacia la Luna

Había una vez una rana escondida en una caja para regalo dentro de una valija que alguien llevaba en un viaje en micro hasta la luna… Si, leyeron bien, alguien llevaba en un micro hasta la luna una valija con un paquete de regalo que dentro tenía una rana escondida….
La rana en realidad se llamaba Donato, era el príncipe Donato de las Islas Centrales del Sur de Atlantis… Si, leyeron bien, no voy a repetir todo de nuevo….
El príncipe Donato no era un buen hombre y su padre el rey Pietro le quiso dar una lección que no se iba a olvidar en su vida, la idea de convertirlo en rana era por un corto tiempo, pero algo muy malo sucedió y después de varios años de tratar de volver a la normalidad al príncipe decidieron enviarlo lejos del reino para no tener problemas políticos con quien iba a ser su esposa, la princesa Damaris de las Islas Centrales del Norte de Atlantis.
Es así como la bruja que lo había hechizado hizo un largo viaje con destino final en la luna, lugar en el cual jamás lo irían a buscar. Para ello viajó primero en submarino, luego en buque, después en bote y finalmente tomó el micro hacia la luna.
El micro era conducido por una bestia espacial, llevaba consigo no sólo a la bruja y su pequeño secreto, sino también a un unicornio que se escapaba de su dueña, a una pareja dispareja, a una familia de vacaciones y a una dama oculta bajo un manto negro.
Al llegar a la luna cada pasajero continuó su camino, el unicornio fue libre hasta que la niña de la familia de vacaciones lo adoptó como mascota, la pareja dispareja se escondió para amarse sin testigos, la bruja tomó la valija y se dirigió hacia el sur, mientras la dama de manto negro caminó hacia el norte. La bestia espacial subió a los nuevos viajeros y se dirigió a Marte.
Luego de caminar varios minutos, la bruja sacó el paquete de regalo, lo sacudió, lo abrió y le susurro a la rana que no se le ocurriera volver a su isla. La rana lanzó un fuerte grito al aire de desesperación, mordió el dedo de la bruja que lo había condenado y salió soltando hacia la nada misma.
No sabemos cuánto tiempo estuvo sin rumbo, de pronto se encontró frente a la dama misteriosa, que ocultaba su rostro bajo un manto negro, ella lo tomó, lo miró detenidamente y le susurró al oído palabras mágicas. Así fue como la rana volvió a convertirse en el príncipe Donato, la mujer se quitó el manto para cubrir su cuerpo porque estaba desnudo, y él descubrió allí que era la princesa Damaris.
Antes que le preguntara algo ella le contó que también había sido desterrada por su madre de isla y que era hora de que los dos se vengaran de sus padres. Hicieron un pacto con sangre, esperaron el micro para regresar a Atlantis y no sólo unieron sus reinos, sino que juntos se apoderaron de todo Atlantis… pero sus padres tenían razón, no eran buenas personas y tras años de malos reinos hicieron desaparecer todo su reino, nunca más se supo algo de Atlantis ni de los viajes en micro por el universo, desde entonces sólo vemos a las estrellas de lejos, encontramos a algún que otro unicornio escondiéndose de los niños y los amantes de parejas disparejas se aman a la luz de la luna.

Colorín, colarado este cuento lunático ha terminado…

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