Declaración de la mujer que denunció por abuso sexual a jugadores de Vélez y la versión de ellos
Hace una semana, se produjo la declaración de la periodista deportiva tucumana de 24 años que denunció por abuso sexual a cuatro jugadores de Vélez, Abiel Osorio, José Florentín, Braian Cufré y Sebastián Sosa. Este lunes se conoció su testimonio a través de un artículo publicado en la web de TN por el periodista José Inesta.
«Me pueden escuchar con mucha fortaleza, entera, pero les aseguro que no es así, por dentro mi alma está desgarrada”, aseguró la joven por el episodio que denunció y que ocurrió el 3 de marzo en la habitación 407 del hotel Hilton de la capital provincial.
Si bien los cuatro implicados negaron los cargos, la mujer se mantuvo en su postura.
“Primero que nada voy a arrancar diciendo que para mí esto va a ser mi prisión, porque mi vida es un infierno y una cárcel desde hace tres semanas, me parece una locura. Yo tengo miedo de que se fuguen. Los medios económicos los tienen y las posibilidades, también. No me parecería justo que ellos pasen lo que queda del juicio en una casa, en un country, con pileta, con un arco de fútbol pasándola bien cuando mi vida es un infierno hace tres semanas”, arrancó la víctima.
«Yo no puedo ir a ningún lado sola. Me han filtrado la cara por chats de parte de ellos. Ese celular no es mío, los mensajes no salen de mi celular tampoco. Me han filtrado el domicilio. Me han filtrado el DNI, el nombre y todo. No puedo ir sola ni siquiera comprar un libro al shopping por la mirada de la gente. Los comentarios que me han llegado han sido aberrantes. No solamente me han quitado la dignidad, la sexualidad, me han quitado la carrera, los sueños, la felicidad, la sonrisa y sobre todo, las ganas de vivir, pero sigo viva y sigo más fuerte que nunca y yo por eso voy a denunciar para que se haga justicia», sostuvo en su declaración judicial, que consta en el expediente, y que fue determinante para que la fiscal pida la prisión preventiva de los acusados.
Además, explicó cómo fue la invitación de Sosa para ir al hotel. «Yo acepto voluntariamente ir a un hotel con cuatro personas, poniendo textual que no se desubiquen, yo en ningún momento digo ‘sí fiesta loca para todos’. Nunca fueron mis palabras. Me quisieron desacreditar con la frase en el mensaje que yo estas cosas las hago sola, yo me refiero a que yo siempre, siempre que tengo un trato con un futbolista, sea para que me pasen el equipo, para que me pasen las formaciones, para que me cuenten las internas, para tomar algo, para tener una cita, para salir, para lo que sea, yo me maneje sola, y en privacidad. Tucumán es muy chico y yo nunca en mi vida he querido que mi vida deportiva, mi vida periodística, mi vida privada, lo que sea, se confunda con este hecho, como hacen creer acá. Yo di mi consentimiento para ir voluntariamente, pero todo lo que pasó después no estuvo consentido. Yo acepté ir espontáneamente todo lo que sigue después no lo acepto«, describió.
«Es al otro día a la tarde cuando tengo la cabeza en frío, la mente en frío y me empiezo a acordar de lo que me habían hecho. Ahí mi cabeza era otra y yo dimensiono lo que me hicieron. Y un detalle no menor, Sosa me chatea en dos momentos. Me empieza a decir Sebastián Sosa, que en mis recuerdos son de verlo dormido, que él me ve bien, que yo siempre estuve bien, ¿entonces, en qué quedamos? O él me veía, era un espectador de lujo de lo que me hacían las otras tres personas, en momentos alternados, o él dormía, como en mis recuerdos de que él dormía«, afirmó.
Y siguió: «Yo no estaba en mis cabales, en ningún momento estuve 100% lúcida, la cabeza por algunos momentos me respondía, pero el cuerpo no. Ninguna víctima habla en el momento, esto es sabido, que a todas nos lleva un tiempo y un proceso hacerlo. Yo fui a trabajar el lunes y martes. Incluido el miércoles. No porque estaba bien, o porque nada había pasado, fue un mecanismo de defensa. De decir, ‘bueno, intento seguir’. Obviamente, no pude seguir y fue palpable para mis compañeras de trabajo que yo no estaba bien y que algo me había pasado. Fui a mi ginecóloga el lunes en un ataque de angustia total llorando y temblando pidiendo por favor que me atiendan. ¿Entonces por qué voy así a la ginecóloga?, si a mí no me habían hecho nada, como dicen ellos, que fue todo consentido… La cabeza por momentos me funcionaba, pero el cuerpo no«.
Además, argumentó por qué los futbolistas, con contrato suspendido en Vélez, debían quedar detenidos. «A mí me parece muy injusto que estas cuatro personas sigan con su impunidad, viviendo en una casa lujosa en country o en donde sea, cuando mi vida es una cárcel y un infierno. Porque no es como dicen ellos, que su imagen pública está perjudicada, que no puede ir a ningún lado y yo tampoco puedo hacerlo y me llegan cosas aberrantes a todas mis redes sociales, a todas. A mí también me han iniciado una persecución mediática por parte de ellos, cuando han filtrado mi cara, porque mi nombre circulaba pero para nada confirmado, cuando me filtran los chats con mi cara en un audio hicieron una comprobación de que ese Instagram y esa cara eram mi identidad. Yo ya no tengo nada en la vida, no tengo privacidad, no tengo identidad, no tengo intimidad, no tengo absolutamente nada, solamente tengo mi vida, es lo que me motiva a seguir acá y a pelear por mí y por todas las que venimos atrás”.
Luego, relató los chats con Sosa posterior al encuentro en el hotel. “El señor Sosa me seguía manipulando por chat con que había sido un buen momento, con que no me amargue, con que él me ve siempre bien y yo ahí empiezo a atar un poco los cabos y le digo: ‘Pero pará. ¿cómo podés haberme visto bien, si vos estaba durmiendo, entonces qué, o me veías o dormías?’«.
Además se lamentó por no haberse marchado a tiempo del hotel. «¿Si me lo pregunto y me cuestiono? Por supuesto que me culpo todos los días por no haberme ido de ahí, absolutamente todos los días de mi vida me pregunto ¿por qué me quedé, por qué no me fui? Ninguno estuvo ahí y sabe lo que yo viví y lo que sentí en ese momento, entonces no voy a permitir que se me cuestione si yo puedo haber tenido un momento de lucidez o no haberlos tenido, los cuales los voy a defender y sostener hasta el final de todo esto, porque fue lo que pasó y fue lo que sentí. Me pueden escuchar que yo estoy con mucha fortaleza, estoy muy entera, pero les aseguro que no es así, por dentro el alma está desgarrada. He bajado muchísimo de peso, porque la angustia es tanta que no puedo comer, no puedo ir ni siquiera al gimnasio, despejar la cabeza porque la gente me mira, no puedo respirar si me acuesto de costado o boca para abajo, porque es tanta la angustia, lo que me duele el pecho y el aire no me pasa. Lo siento denso. Y ni hablar de todas las cosas que me llegan por las redes sociales, que son horripilantes, no me animo ni siquiera a reproducirlas porque me duele imaginar que esas cosas me las están diciendo a mí«, consta en su declaración.
Por otro lado, manifestó su indignación por haberse enterado que Cufré y Florentín bajaron al casino luego del presunto ataque. “Me vengo a enterar recién ahora y en la cámara de seguridad se los ve abrazados y riéndose, como una victoria, por lo que me habían hecho, ¿qué, lastimarme y agarrarme en un estado totalmente de vulnerabilidad en contra de mi voluntad, es como un trofeo? Me encantaría entender bien qué sentían en ese momento: ¿qué habían ganado?«, declaró.
En el último tramo de su declaración, acerca de la versión de que los presuntos agresores le habían pagado, explicó: «¿Que yo pedí plata para volverme a mi casa? Yo no le pido plata a nadie, nunca en mi vida. O sea, eso es totalmente una mentira. La imagen mía de desatar de mi bombacha el fajo de plata, me genera repugnancia. Que me pagaron por lo que me han hecho o me querían callar por lo que me habían hecho: una de las dos cosas. Seguro”.
Cómo sigue la causa
Este lunes, la Justicia, a través de la jueza Laura Julieta Casas, les negó la libertad a Florentín, Cufré y Osorio, que deberán permanecer en un domicilio en Tucumán, con tobillera electrónica, por lo menos por 90 días, una vez que logren formalizar todos los trámites.
En el caso de Sosa, quedará con libertad condicional casi con seguridad a partir de este martes, pudiendo dejar la ciudad, una vez que esté formalizado el trámite de depósito de la fianza de 50 millones de pesos. De hecho, este lunes comenzó el trámite de apertura de cuenta bancaria en una entidad crediticia de Tucumán, pero la entidad cerró antes de que se pudiera efectivizar el pago.
Desde la Justicia no se informó un plazo para la realización del juicio.
La versión de los jugadores
El paraguayo Florentín contó que la joven llegó al cuarto con una botella de Fernet y otra de gaseosa dentro de una mochila. “Mientras estábamos tomando, ella se levantó para ir al baño porque se quería bañar”, afirmó.
“Nosotros nos miramos sorprendidos. Entonces fue al baño a ducharse y salió con un corpiño. La tenía de frente, vino y se sentó en la cama que estaba al lado mío”, declaró. Además, aseguró que la denunciante le pidió que le hiciera masajes porque tuvo “un día duro y estaba muy contracturada”.
Florentín señaló que mientras le estaba haciendo masajes, le dio un beso y aseguró que ella hizo lo mismo: “Se dio vuelta y nos empezamos a besar, a acariciar. Uno de los chicos apagó la tele y ahí nos quedamos a oscuras, solo había música”.
“Me tocaba y yo la tocaba por debajo de la ropa, luego se quita el short y nos acostamos en la cama. En un momento me dice que me ponga el preservativo, a lo que yo le dije que no tenía. Entonces me pidió que le pase la mochila porque ella tenía. Sacó una cajita oscura, me lo puse y ahí empezamos a tener relaciones”, continuó.
Y continuó con su relato: “No fue tan largo porque yo acabé muy rápido, tengo ese problema. Me fui para el baño y me quedé un largo tiempo, porque me estaba limpiando. Tenía un poco de vergüenza de lo que pasó. En voz baja le pedí perdón por haber terminado muy rápido y ella burlándose se rió un poco de la ocasión”.
La postura de Cufré
En tanto, Cufré contó que tras la cena con el plantel no se podía dormir y fue allí cuando Sosa le dijo que iba a invitar a una amiga. “Cuando entra a la habitación se choca con Seba, que salía del baño. Estaba con una mochila, la apoya abajo del televisor y saca un Fernet con Coca Cola”, relató. Siguió su discurso con el dato de que empezaron a escuchar música: “La pasamos súper bien, hablamos de un montón de temas en un tiempo larguísimo».
“Se la veía superdistendida, charlaba mucho, se reía, todo súper bien. La verdad que nada raro. Seguimos charlando hasta que dice que se quiere ir a bañar. Ahí es cuando nosotros nos miramos como diciendo ´qué raro´. Seba ya sabía porque ella le había dicho que se quería bañar, pero nosotros no sabíamos”, agregó el defensor, que como sus tres compañeros implicados tiene el contrato suspendido por Vélez.
Además, tuvo una versión similar a Florentín: “Estaba en corpiño, el top no sé dónde estaba. Se va directamente a acostar a la cama de Osorio, y al lado estaba Florentín. En un momento, Florentín empieza a hacerle masajes a ella. Cuando la empieza a masajear, no se escucha nada, estaban lo más bien. Nosotros con Osorio jugando al Free Fair en el celular”.
“Se escuchaba que ambos estaban charlando y luego que se dan un beso. Ahí se apaga la televisión, que era la luz que estaba prendida. La música seguía de fondo bajita porque ya era tarde. En un momento veo que ella le pasa a Florentín una mochila que había traído y saca algo, pero no veo bien qué es. Dejó la mochila al costado del sofá, empiezan a tener relaciones y se la escuchaba gemir. Nunca se escuchó un ´no´, nunca se escuchó un ´pará´, nunca se escuchó nada. Tengo dos hijas chiquititas y si hubiera escuchado algo hubiera intervenido”, agregó ante la fiscal.
De acuerdo a su versión de los hechos, Florentín le dijo que era hora de irse a dormir porque en un rato se tenían que levantar. “La chica pregunta: ´¿Alguno tiene para dejarme efectivo que no tengo para el Uber?´. Ahí saco y le doy $7000 u $8000, más no porque no tenía más, y le dejo la plata en la mesita de luz”.
La declaración de Osorio
Osorio era el compañero de habitación de Sosa, y fue quien le dijo que iba a ir una chica por la noche. “Me dice ´che, va a venir una chica, es amiga´. Yo estaba con el celular y no le di mucha importancia, le dije que estaba bien”, comentó.
“Braian no estuvo ni dos minutos que después fue al baño. Cuando sale del baño se cruza con Florentín, que luego se sienta al lado de la chica y empezaron a hablar”, agregó.
Osorio también comentó la chica pidió permiso para irse a bañar. “Cuando sale estaba en corpiño y la remera no la tenía en las manos. Se acostó en una cama y vemos que José (por Florentín) le empieza a hacer masajes y comienzan a hablar entre ellos. Nosotros seguíamos hablando y ellos arrancaron a los besos».
Después, Osorio contó que Florentín se fue y quedó en soledad con la joven: “Yo no estaba convencido de si quería hacer eso. No tenía ganas de tener relaciones sexuales con ella y la abracé. Estaba inhibido, había visto que había estado con dos compañeros. Pasa ese momento, seguimos hablando y suena la alarma. Se levanta y empieza a buscar sus cosas”.
La versión de Sosa
De acuerdo con el relato de Sosa, cuando la periodista entró a la habitación 407, se encontró con los cuatro futbolistas y preparó unos tragos: “Yo estaba en otra onda, en otro ambiente. Era el que ponía la música, mientras tanto me hablaba con mi señora que estaba en un cumpleaños, entonces era un ida y vuelta de mensajes con ella. No estaba prestando atención a lo que ellos conversaban, aunque participaba de alguna que otra charla. Así estuvimos una hora y media”.
Al igual que sus otros tres compañeros, dijo ante la Justicia que todo comenzó a salirse de control cuando la denunciante salió de la ducha. “Ella me pide para bañarse a lo que yo le digo que no había ningún problema, porque no veía nada extraño en esa situación”, agregó, y siguió: “Cuando sale estaba en corpiño. En ningún momento la vi incómoda, es por eso que yo le digo por mensaje que siempre la vi bien”.
“Estaba con sueño y tenía ganas de dormir, me sentía con pocas energías, y al rato me dormí. Recuerdo despertarme después cuando escucho conversaciones, volteo a mirar y no había nadie. Seguí durmiendo hasta que ella vino y alumbró buscando su ropa”, agregó el uruguayo, que este martes podrá regresar a Buenos Aires una vez que sus abogados depositen la fianza de 50 millones de pesos.
Minutos después de que la chica se fue del Hilton, mantuvieron una charla por WhatsApp. “Me quedé despierto y empecé una conversación con ella, me decía que le pregunte al paraguayo si había usado preservativo. Es más, me quedé preocupado hasta que le pregunté si había llegado bien a su casa, y luego puse la alarma para dormir porque teníamos dos horas nomás para hacerlo antes de salir”.
“Toda esta situación me descoloca porque yo no esperaba vivir esto, no me parece tener que estar viviendo esto solo por hacerle una invitación a una persona a que venga a tomar algo, me parece que es demasiado lo que está viviendo uno solo por invitar a alguien a tomar, por una simple invitación con un mensaje. Nunca intenté engañarla, nunca le dije que la llamaba para una entrevista, nunca intenté presionarla, están clarísimas las conversaciones en los chats”, aseguró en su declaración.