El escritor Hernán Casciari (casciari) presentó por primera vez en Mendoza su obra “La Señora que me Parió”. Junto a su madre Chichita Carabajal (chichitacarabajal) en el Teatro Independencia, en el marco de la Feria del Libro 2024 de Mendoza. Casciari, Chichita y su primo Juan Carabajal, a cargo de la música en vivo, se subieron al escenario para interpretar una historia basada en hechos reales, su historia de infancia y adolescencia en Mercedes, provincia de Buenos Aires.
Por lo general siempre que escribo una reseña dejo el remate para el final, pero en esta oportunidad voy a empezar por el final, porque muchas cosas en común no tengo con Hernán Casciari, si me gusta verlo interpretar sus propios cuentos o escritos, mucho más que leerlos, ya que cobran una vida diferente y la obra en sí cobra un sentido muy diferente en su conclusión, en el remate, en la nota emotiva de la noche.
Durante toda la obra el escritor se va quejando y jugando con el rol de la señora que lo parió como que siempre lo apenó o humilló en público, claro está que es en el marco de una madre orgullosa de su hijo y de su talento, aún antes de que él se diera cuenta que lo tenía.
En el medio de su relato Casciari cuenta cómo escondía sus primeros poemas cuando apenas era un niño 7 u 8 años, para que nadie los leyera, pero su mamá siempre los encontraba y se los mostraba orgullosa a todos sus conocidos, algo que al niño, y aún grande, no le gustaba para nada.
Es en el final cuando Hernán cuenta que en el fondo le gustaba mucho que eso sucediera porque sabía que alguien leía lo que el escribía y era una alegría que fuera su mamá…. o la mujer que lo parió… y allí fue cuando me sentí claramente identificada con él y las lágrimas de emoción se hicieron presente, porque si una persona en este mundo que lee lo que escribo, que está en todos los momentos de mi vida, acompañando, apoyando y dándolo todo para que pueda hacer lo que me gusta es precisamente mi mamá, la mujer que me parió…. ojalá todos tengan una mamá así al lado…
Por eso adelantándome al día de las madres, que no falta tanto en realidad, es este pequeño saludo y homenaje, primero a mi mamá, segundo a Chichita y tercero a todos las señoras que parieron y «humillan» con todo el amor del mundo a sus hijos mostrando lo orgullosa que están de ellos, ya sean veterinarios, ingenieros, profesores, periodistas, médicos, abogados, contadores, y principalmente, lindas personas que dejan su marca en este mundo. ¡FELIZ DÍAS MAMÁS!
Volviendo a la obra
De vuelta a lo que fue en sí La Señora que me parió, es una obra muy dinámica, divertida, con momentos reflexivos y de emoción, tiene un poquito de todo que la hace muy agradable y llevadera. Como dije antes la forma de interpretar de Hernán Casciari sus cuentos me gusta más que leerlos, y con la intervención de su mamá, más la música en vivo le da un tinte distinto e interesante al espectáculo.
Sus primeros momentos e historia de niño en Mercedes son los divertidos, el reflexivo tiene que ver con el cuento llamado «Canelones» del cual he hablado antes en el diario y que es lo que menos me gusta de su historia, no porque esta mal escrito o interpretado, sino porque su historia es de una crueldad absoluta muy difícil de digerir para mí.
El emotivo llega de la mano de Chichita y una carta que le escribió alguna vez a un Diego Maradona enfermo… a ella no le caía para nada bien, pero al ver la angustia de su marido y su hijo por grave situación en la que se encontraba decide escribir una carta.
En la carta le pide que a Maradona que se mejore, no porque sea una persona buena, para ella era un fanfarrón, sino por la alegría que le había dado a su familia en el mundial 86, y por todo lo que le quedaba por vivir y disfrutar de sus nietos… al finalizar la lectura de la carta hasta el mismo Hernán se emociona hasta las lágrimas y explica que le sucede lo mismo cada vez que suben a escena…
Ya en el final llega el último cuento, la partida a los 18 años hacia la gran ciudad, a la capital y todas las peripecias que le ocurren sólo en un día… un gran inicio de una vida que lo llevó por varios lados hasta triunfar como escritor, guionista y todos los trabajos que ha emprendido.
La Señora que me Parió tiene mucho para dar, es una buena obra para ver y pensar en todas las mamás y mujeres u hombres que cumplen ese rol de estar acompañando a sus hijos, de estar orgullosos, de decir las palabras justas y, aunque no nos llevemos del todo bien con ellas, son incondicionales. Una obra para ver y animarse a ir con esa persona especial.