Hace un tiempo escribía sobre cómo los políticos de Mendoza, de diferentes partidos, no podían ponerse de acuerdo para trabajar juntos y conseguir beneficios para la provincia. No utilicé la palabra grieta en esa oportunidad porque era más que una obviedad, ahora si es momento de utilizarla de nuevo y a nivel nacional.
La pelea sin sentido entre el presidente Alberto Fernández y Axel Kicillof gobernador de la provincia de Buenos Aires contra Horacio Larreta, Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por las clases o no presenciales nos hunden en una grieta a todo el país que parece nunca va a terminar.
La pandemia continúa y así será durante un largo tiempo, las diferencias entre pro cuarentena o sin cuarentena seguirá un tiempo más y ni hablar de las vacunas, ojalá, lo que no dure sea la diferencia entre oficialistas y opositores, espero que no duren los dimes y diretes de un lado a otro y si se pueda hablar de verdad, tal vez dejando que cada jurisdicción decida lo que es mejor por sí misma y no por imposición del gobierno nacional. Espero que tampoco se utilice a la justicia como caballito de batalla, ya que ella debe ser imparcial y no ser parte de una guerra entre unos y otros que no pueden ni siquiera dialogar.
Errores se cometerán siempre, pero sobre la marcha hay tiempo para solucionarlo. El problema es que ningún político quiere usar la pandemia políticamente, pero todos la usan y en meses habrán elecciones… lo que nos espera… Lo más trágico es que pase lo que pase la educación, los alumnos y docentes serán un año más rehenes de las decisiones políticas de políticos que no quieren usar la pandemia como política…
