Con el traslado de Kenya hacia Brasil, ya no quedan más elefantes en todo el territorio nacional. Cruzó la frontera en la mañana de este lunes y sigue viaje rumbo al Mato Grosso, donde está ubicado el santuario en el que tendrá su nueva vida, lejos del cautiverio y rodeada de naturaleza, como debió haber sido siempre.
Kenya tiene 44 años y llegó a Mendoza en 1985, cuando apenas tenía 4 años. Vivió estas cuatro décadas sola en un recinto pequeño en el Ecoparque, hasta que el viernes pasado se concretó su ansiado traslado hacia su nuevo hogar.
En la mañana de este lunes Kenya y todos los que la acompañan dejaron atrás Argentina y pisaron suelo brasileño, y oficialmente nuestro país ya no tiene más elefantes en cautiverio.
Ignacio Haudet, director del Ecoparque, salió con Kenya el viernes desde el Ecoparque y la acompañará hasta su nuevo hogar. En un video aseguró que la elefanta se porta muy bien en todo lo que llevan de viaje. Dijo emocionado: «Es increíble. Último elefante en cautiverio en Argentina. Terminamos, nunca más. Hay que alentar para que todo latinoamérica siga así».
Y apuntó hacia Chile: «Tienen que ponerse las pilas y que todos los elefantes que están ahí vayan a un lugar mejor».
Haudet agregó: «Es un hito más que importante para Mendoza y para todo el país. Es la última elefanta en cautiverio en Argentina y nunca habrá otro elefante en cautiverio en el territorio nacional»
La nueva vida de Kenya, el último elefante del país
Kenya es de la especie africana, y en el Santuario de Elefantes de Brasil sólo hay una de su especie, Puppy, quien llegó allí hace pocos meses desde el Ecoparque de Buenos Aires. Estaba previsto que el viaje lo hiciera con su compañera de décadas Cuqui, pero murió antes que eso ocurriera.
Si bien durante sus primeros tiempos Kenya estará sola, se espera que lentamente las dos se hagan amigas y recorran las hectáreas de bosque del santuario juntas.
Por ser africanas, Kenya y Puppy tienen un recinto apartado y no se juntarán nunca con las asiáticas, como Guillermina, la otra elefanta que salió del Ecoparque de Mendoza junto a su madre Pocha en un traslado inédito ocurrido en el 2022 de dos elefantes que llegaron a Brasil. Ambas compartieron la libertad juntas durante unos meses, hasta que la mayor murió.
Se espera que la última elefanta de Mendoza llegue el miércoles por la tarde a su nuevo hogar, donde empezará otro proceso de vivir entre la libertad y la vegetación que nunca conoció.
