Ellos son Arminda y Marcos, mis abuelos, los papás de mi mamá en el día de su casamiento…
Ellos se conocieron en una fiesta en San Rafael dónde ella vivía… él llegó allí casi de casualidad y a penas se conocieron no se separaron nunca más… Fue un noviazgo corto, común en aquella época, para ella fue una decisión difícil dejar a su querida ciudad y a sus hermanos, pero querían formar su familia en Mendoza…
El amor nunca faltó. Si, muchas veces faltó el dinero, a pesar que los dos trabajaban les costaba mucho poder mantener económicamente su hogar… Pronto nacieron sus hijos y la felicidad se completaba, aunque los sacrificios para mantener la familia eran cada vez mayores…
Los chicos fueron creciendo llenos de amor de familia, de amigos compañeros de escuela, a medida que pasaba el tiempo comenzaron a ayudar a sus papás y todo fluía bastante bien…
Cada uno formó su familia, llegaron los primeros nietos para seguir compartiendo el amor y la crianza, aprendieron a apoyarse entre todos y pasar los momentos difíciles como mejor podían, porque cada uno tenía su carácter y no siempre tuvieron la mejor comunicación entre todos. Así fueron pasando los años, los abuelos envejecian juntos en su casita, sin sobresaltos de salud y sus hijos cerca para lo que necesitaran…
De pronto una mañana de domingo todo cambiaría, Arminda amaneció con un fuerte dolor de cabeza, los doctores tardaron días en descubrir que había sufrido un Acv y luego todo fue muy rápido… en tan sólo unos pocos días ella se fue apagando, ya no pudo festejar su cumpleaños como tanto le gustaba, y decidió partir para siempre un día después del cumpleaños de su querido Marcos…
Ésa noche del cumpleaños de mi abuelo descubrí sin querer cómo él, a pesar de no saber, había rezado por ella, había puesto a todos sus santitos alrededor de una vela con un papel escrito que decía: «recén por ella» y les aseguro que es la muestra de amor más grande que he visto en mi vida… ellos nunca se habían separado por tanto tiempo y ella se fue sin que pudieran despedirse.
Meses después de la partida de ella, él también enfermó y se fue tan rápido de nuestro lado que imagino y estoy segura fue por que la extrañaba demasiado… hasta había guardado y etiquetado el último jabón que ella había usado y nos dejó una nota diciendo que nos quedáramos tranquilos porque estaba con ella…
