
Con el avance de la investigación se conocen más detalles del estremecedor asesinato y descuartizamiento de un hombre en una casa de Guaymallén. Se supo que la víctima de 41 años fue golpeada durante cinco horas, hasta que murió. Una pareja fue imputada y buscan a un tercer partícipe.
Los pesquisas determinaron que César Rodas, de 41 años, fue golpeado durante cinco horas, tiempo en el que sufrió dolorosas torturas hasta que murió. Luego, los presuntos autores lo descuartizaron y alcanzaron a asar parte del cuerpo, presuntamente para hacerlo desaparecer. Otra parte se la comieron los perros de la casa.
Señalaron que los imputados consumieron drogas y alcohol durante casi todo el día mientras cometían el crimen en la casa de calle Adolfo Calle al 1978, de Guaymallén, donde Adriana Suárez tenía prisión domiciliaria desde mayo del 2020 por un robo agravado cometido en el 2019 junto a su ex pareja, y padre de sus cinco hijas.
Los vecinos habían contado que siempre veían a las nenas de en la vereda de la casa o que andaban por la calle. Y el día del asesinato no fue diferente. Los investigadores determinaron que las chicas de 6, 9, 11, 13 y 15 años no presenciaron todo el hecho ya que entraron y salieron varias veces. Aunque, una de ellas sí habría visto lo ocurrido y es considerada como testigo clave del crimen.
La mujer de 40 años y su pareja Marcelo Altamirano, de 35 años, fueron imputados por la fiscal Andrea Lazo por homicidio agravado por haber sido cometido con ensañamiento, lo que prevé una pena a prisión perpetua. Además, otro hombre es buscado por ser considerado partícipe secundario del crimen.
Los perros se comieron parte del cuerpo descuartizado

Cuando los policías entraron a la casa y descubrieron el asesinato, no podían creer todo lo que vieron en ese lugar. Las partes del cuerpo de un hombre estaban por diferentes lados.
Incluso, detectaron que los perros que vivían allí se comieron parte del cuerpo de Rodas, mientras que otros trozos se quemaba en las brazas para hacerlo desaparecer.
Ese era el humo blanco y los fuertes olores que los vecinos describieron sentir desde la tarde del miércoles, aunque nunca imaginaron que se trataba de una persona que estaba siendo asada.
En el momento de allanamiento detuvieron a la pareja, pero también a otro hombre de 46 años, que luego fue liberado debido a que fue testigo del hecho. Señalaron que habría presenciado parte del crimen y que no pudo hacer nada para evitarlo, pero nada tuvo que ver con la muerte de Rodas.
El brutal asesinato y descuartizamiento de un hombre

César Rodas vivía en esa misma casa hacía unas semanas ya que había alquilado una habitación a Adriana Suárez, quien estaba por terminar su prisión domiciliaria, ya que la semana pasada había comenzado con los trámites para pedir su libertad.
El asesinato se conoció en la noche del miércoles, cuando la Policía allanó la casa de Adolfo Calle 1978, de Guaymallén, y encontraron el cuerpo de un hombre descuartizado y quemado. Fue luego que un ex cuñado de la mujer alertó en la tarde lo que ocurría.
Los pesquisas determinaron que la golpiza a Rodas, de 41 años, comenzó cerca del mediodía del miércoles y se extendió durante 5 horas. Adriana Suárez le había dicho a los policías que el hombre intentó abusar sexualmente a una de sus hijas, y como resultado todo terminó en el asesinato.
Sin embargo desde la Fiscalía de Homicidios informaron que las 5 hijas de la mujer detenida por el brutal homicidio ocurrido el miércoles en Guaymallén, no han sufrido abusos físicos.
De esta forma quedaría descartado el móvil del crimen que la acusada, Adriana Valeria Suárez Cervant (40), afirmó tras ser detenida tras el asesinato César Darío Rodas (41).
La mujer, sostuvo ante la policía que Rodas, su inquilino, había abusado sexualmente de una de sus hijas, una chica de 16 años y que por eso, ella le había dado muerte para luego desmenbrarlo y quemarlo en una parrilla.
El comunicado oficial dado a conocer hace minutos advierte que “se recuerda a todos los medios de comunicación que en tanto se lleva adelante la investigación relativa al hecho ocurrido este miércoles 18 de junio en una vivienda ubicada Dorrego (Guaymallén) -donde fue hallado cuerpo de Darío César Rodas, que no existe autorización alguna para difundir datos específicos de las menores afectadas.
Además, indica que “en función de las pericias realizadas a las cinco menores de edad, se afirma que no se han detectado rastros de abuso físico”, por lo que queda descartado una abuso sexual.
Adriana Suarez se encuentra detenida nuevamente tras ser imputada, junto a Marcelo Rubén Altamirano (35), por “homicidio agravado con ensañamiento”, delito cuya única pena es la prisión perpetua.
El miércoles, personal de Asistencia a la Víctima trasladó a las hijas de Suárez, a la Oficina Fiscal para que recibieran asistencia por parte del Equipo Técnico Interdisciplinario (ETI). Luego fueron derivadas a un hospital para recibir atención clínica y psicológica. Según trascendió, las niñas fueron testigos de las escenas del horror.
Las cinco hijas de la acusada estaban internadas en el Carrillo
Las hijas de la mujer que estaba en prisión domiciliaria al momento del horrendo crimen fueron internadas en el Hospital Carrillo, de Las Heras, donde se le practicaron distintos estudios de rigor. En ese momento, se dispuso la custodia a cargo de la abuela paterna.
Con esta novedad, los Equipos Técnicos Interdisciplinarios (ETI) analizan el grupo familiar y quiénes pueden estar en condiciones de cuidar a las menores.
La delicada situación de sus progenitores y la trama familiar marcada por violencia hacen decisiva la intervención del Estado y los organismos de protección de derechos.
Otro de los datos que se conocieron en las últimas horas, fue que el padre de las nenas tenía un perimetral que impedía el contacto con Suárez.
Con la revisión de la custodia a cargo de la mujer señalada, saltó que las niñas (de entre cinco y 15 años) faltaban con regularidad a la escuela.


