


Personalmente he sentido desde hace mucho tiempo el flagelo y el problema que significa la falsa denuncia, especialmente para los hombres, que según el caso pierden su libertad y hasta dejan de ver a sus seres queridos, sus hijos sobretodo por las consecuencias de la falsa denuncia. Viví de cerca casos y sé todo lo que una familia sufre, la familia de la víctima, amigos y vecinos y los hijos que quedan en el medio de una verdadera guerra. La justicia se debe poner a tono en una sociedad que la necesita y mucho.
Claro está que no todas las denuncias son falsas, hay que denunciar casos de violencia de género y abuso sexuales, siempre y cuando sean ciertos, verdaderos. Claro está que no todas las mujeres son mentirosas, ni todos los hombres son malos o victimas, es por eso que la justicia necesita de leyes que aceleren los procesos y nadie sufra por este flagelo.
A continuación les dejo una columna que escribe sobre las denuncias falsas de Leandro Mountuelle, en ella él nos deja datos claros sobre el problema que significa esto en Mendoza y el país. Se los recomiento:
DENUNCIAS FALSAS, UN FLAGELO INVISIBLE A LA JUSTICIA
Desde hace algún tiempo es cada vez más creciente el reclamo por falsas denuncias ante la justicia y es algo que se extiende a todo el país. Las víctimas, en su gran mayoría, hombres son privados de la libertad y, en algunos casos, son hasta maltratados, se les niega toda defensa y desde la aprobación de la LEY PETRI perdieron el principio de inocencia, es decir, son culpables hasta que se pruebe lo contrario.
No sólo es doloroso el proceso para la víctima, que es despojada de todo, sino que también y es aún más doloroso ver cuando por fin logran darse cuenta que la denuncia es falsa que la denunciante se va como si nada, la justicia no la castiga siendo que el perjurio en cualquier país es un delito gravísimo.
Aquí en nuestra provincia tuvimos casos de renombre en cuanto a falsas denuncias como el de los rugbiers franceses acusados de violación los cuales fueron privados de su libertad durante 53 días hasta que la justicia estableció que la denunciante mentía, (o por lo menos las pruebas presentadas no fueron suficientes para acusar a los deportistas) pero ya era tarde, el daño estaba hecho no sólo acá sino también en Francia .
Otro caso aún más emblemático de esta problemática es el de los primos Madaf quienes fueron acusados de abusar sexualmente de su tía y de su hija de 9 años, en un hecho presuntamente ocurrido en 2021.
Por la gravedad del caso, ambos jóvenes, Julián y José Luis, fueron detenidos y enviados a prisión preventiva, por un lapso de más de 3 años. En agosto del presente año recuperaron la libertad, ya que fueron sobreseídos en ambas causas.
La madre de Julián y tía de José Luis, Graciela Madaf, explicó que, respecto a la supuesta violación de su tía, ambos fueron sobreseídos en mayo de 2022, «comprobando no solo la falsa denuncia, sino que ellos habían sido abusados por ella desde chicos», explicó.
En cuanto a la presunta violación de la niña, «fueron declarados inocentes en juicio tras una cámara Gessel inducida, no solo por falsa denuncia, sino también por pruebas falsas para beneficiar a la supuesta víctima», comentó Graciela Madaf, que añadió que la tía denunciante «queda impune, destruyendo la vida de dos jóvenes, y no hay castigo para ella».
Es por esta y cientos de causas de la misma índole que el grupo “Verdad y Justicia “ de Mendoza/Santa Fe, conformado por madres de jóvenes y adultos privados injustamente de su libertad, pelean para que aparezca la verdadera justicia , la cual viene con el proyecto de ley que penaliza las falsas denuncias con penas de 1 a 10 años de prisión para quien cometiese el perjurio. Porque destruir una vida no puede ser gratis, debe tener su consecuencia.
Hasta el año 2024 no se había tenido registros sobre falsas denuncias pero el observatorio de falsas denuncias, convenientemente dirigido por mujeres, presentó un relevamiento luego de un año de registros de casos.
Según los datos recabados por el Observatorio, se destaca que el 71% de los casos reportados son personas que se ven directamente perjudicadas por las falsas denuncias. Además, un significativo 28% de las instancias reportadas provienen de terceros, habitualmente parientes cercanos, amigos o conocidos. Esta situación se da principalmente cuando la persona directamente afectada ha sido detenida injustamente como resultado de la falsa denuncia.
Al desglosar los datos, resulta evidente que la mayoría de los reportes cargados en el sistema por terceros, exactamente el 84%, son realizadas por familiares de la persona afectada. De manera aún más llamativa, dentro de este grupo familiar, la nueva pareja de la víctima es quien reporta la denuncia en el 29% de las ocasiones.
Las consecuencias para los falsamente acusados son devastadoras. Las más comunes incluyen órdenes de restricción, deterioro de la salud, pérdida de contacto con los hijos, condena social injusta, depresión crónica y amenazas de más denuncias. Lamentablemente, hasta la fecha hemos registrado 11 suicidios como resultado de falsas denuncias.
Registros indican que solo el 23% de los casos fue elevado a juicio oral y un preocupante 59% de los casos no ha sido sobreseído. Esto plantea serias preguntas sobre la eficiencia y justicia de nuestro sistema legal actual.
En casos de separación donde hay menores involucrados, el 46% indica que sus hijos nunca fueron escuchados o tratados por los peritos psicólogos del juzgado y un 57% indica que nunca se realizó la Cámara Gesell. Respecto al contacto con los hijos, solo un 7% de los afectados pudo reanudar la normalidad después de la denuncia.
Es importante resaltar que en la gran mayoría de las situaciones, aproximadamente el 80%, la parte que realiza la denuncia no aporta más evidencias que su propio testimonio, lo cual deja entrever una posible inclinación favorable hacia su género. En una panorámica más amplia, un notable 87% de los individuos afectados por estas denuncias falsas declaró que la parte denunciante fue una mujer, lo cual brinda una perspectiva importante respecto a la distribución de género en estos incidentes.
La tendencia general muestra que el 66% de los afectados posee pruebas suficientes para demostrar la falsa denuncia. Sin embargo, un 43% de ellos alega que la justicia en confabulación con los fiscales ignoran arbitrariamente las pruebas que ofrecen. Muchas de estas denuncias las hacen para entrar en el programa de protección a la víctima y cobrar una asignación
Estos datos estadísticos nos muestran la triste realidad de las falsas denuncias en Argentina, un fenómeno que se está acelerando con consecuencias devastadoras para el hombre que hoy en día vive como si estuviera en libertad condicional y esto sin contar el daño que sufre la familia y los hijos del damnificado.
Por Leandro Montuelle




Hola en Mendoza en la penitenciaria San Felipe somos 350 hombres privados de la libertad por falsas denuncias con un promedio de un año y medio de estadía en el penal. Necesitamos justicia urgente que la presidencia de la nación tome cartas en el asunto para que audite y vea los grandes negociados que existen. JUSTICIA YA
No solo los hombres viven una denuncia falsa yo cómo mujer también viví una denuncia falsa llena de mentiras dónde también mi pareja y yo nos han arruinado la vida y la justicia q día a día viola nuestro derecho nos y estoy artá de pedir q alguien me escuche pero son todos ciegos sordos y mudos me encantaría saber cuál es el negocio de tener cada vez más gente inocente en la cárcel.