Prólogo:
En la estancia de los Quesada un pibe llamado Luis se aislaba de todos, no quería ser una molestia para su familia ni demás empleados por su enfermedad. Fue así que conoció a un extraño toro rojo encerrado en una cerca con gran seguridad para que no pudiera escapar y a una rara vaca roja atada con cuerdas a bolsas de arena para que no pudiera volar.
Al pibe le daban pena los animales, les llevaba comida, agua e imaginaba historias en los que los dos animales eran protagonistas de su libertad. Una noche ya no tuvo dudas y los ayudó a escapar…
Una madrugada el toro rojo encontró el modo de escapar
una madrugada la vaca roja vio la posibilidad de volar
el toro feliz se fue por la cerca rota para su pasado olvidar
la vaca globo se sintió por fin liviana y hacia su libertad volar.
El toro feliz corría por la verde pradera
la vaca globo volaba a través del viento
el toro rojo se sentía dueño de su tiempo
la vaca roja miraba desde el cielo la verde pradera.
En la estancia había quedado el pibe con la pinza en la mano,
en la estancia había quedado el pibe con la tijera y las cuerdas,
el pibe enfermo que los había cuidado les dio la libertad con sus manos.
El toro feliz y la vaca roja decidieron regresar.
El toro rojo y la vaca globo no quisieron dejar solo a quien les dio la libertad,
el pibe los vio acercarse y en su último suspiro los volvió a abrazar.
Homenaje al maestro Luis Quesada en el Le Parc
En el marco de los 101 años del nacimiento del maestro Luis Quesada, la Municipalidad de Guaymallén lo homenajea en el ciclo “Guaymallén, cuna del arte” con la inauguración de una muestra del talentoso artista en el Espacio Cultural Julio Le Parc. Y con tal motivo escribí el relato El toro feliz y la vaca globo, basado en dos de sus obras expuestas actualmente y dentro del taller de Escritura Creativa – Guaymallén Oculto: La piedra invisible – que realizamos en el mismo espacio dictado por los profesores Nicolás Garro y Frank Morán.
Sobre el artista
Pinturas, esculturas, dibujos, grabados, murales, tapices, muebles, objetos y joyas: en cada expresión supo transmitir su ideal de arte como agente transformador de la sociedad y las personas. Es uno de los maestros más importantes de la cultura de Mendoza, que eligió vivir en El Bermejo, lugar que lo inspiró a idear un proyecto para concentrar a los artistas y artesanos en ese distrito, lo que se fue materializando con los años.
Entre sus tantas creaciones se encuentra el friso que engalana el ingreso al edificio municipal de Guaymallén, un sello de identidad en el departamento y un recordatorio eterno de este gran hacedor.
Estudió en la Academia de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Cuyo y se formó bajo las influencias de la modernidad en las décadas del 40 y 50. Pronto se convirtió en un artista polifacético, gestor cultural, docente universitario y ciudadano comprometido con sus convicciones más profundas. Impulsó proyectos claves como la creación de la Escuela de Diseño de la Universidad Nacional de Cuyo, de la que fue Decano entre 1983 y 1986.
Además, creó el Club de Grabado y formó un grupo de muralistas que transformó a Mendoza en una de las ciudades con más murales en el país. En el distrito El Bermejo, la escuela Bachiller en Artes Visuales lleva su nombre como homenaje y gracias a su labor, fue el primer establecimiento secundario de la provincia en contar con un museo. Entre sus producciones también se destacan los muros laterales del hall central de la Casa de Gobierno, los murales de la Galería Tonsa y del Consejo Profesional de Ciencias Económicas, patrimonio de toda la comunidad.
Luis Quesada falleció el 19 de enero de 2022, a los 98 años, y dejó un enorme legado para la cultura.