«El monstruo está en nosotros», en cada personaje, en cada movimiento y en cada palabra



El domingo tuve la oportunidad de ver «El monstruo está en nosotros» y en verdad les puedo decir que el monstruo está allí, presente en cada uno de los personajes que interpreta Nicolás Perrone de manera exquisita. Cada uno tiene su propia voz, su propia manera de moverse, su propia impronta que no sólo los hace creíble a cada uno de ellos, sino también que nos sumergen de la mejor manera por una historia que creemos conocer, pero que realmente conocemos al ver en escena al «Monstruo está en nosotros».
Cada texto, cada de detalle de los personajes, la música, el vestuario y la dirección toda de la obra por parte de Daniel Fermani (danielfermanigonzalez), la hacen única y muy recomendable para ver y sumergirse en el mundo interno del Dr Frankestein, de Robert Walton y del monstruo por igual.


“El monstruo está en nosotros”, una de las producciones teatrales de Mendoza más interesantes del año, continúa en cartelera y tienen que verla. Esta nueva creación de la Compañía experimental Los Toritos (lostoritos.teatro), conmueve al público desde su estreno, doy fe de ello, y, después de otra emocionante función que se vivió el último fin de semana en el Espacio Cultural Julio Le Parc, vuelve a presentarse en la misma sala este domingo 8 de junio. Las entradas para la función se pueden adquirir de manera online por EntradaWeb.

La obra está basada en la novela “Frankenstein o el moderno Prometeo”, de Mary Shelley. Daniel Fermani escribe y dirige un texto original sobre la célebre historia, profundizando en las complejidades y contradicciones de la existencia humana. Un trabajo en el que, además, la entrega del actor Nicolás Perrone como único intérprete es clave.
La pieza desanda la historia de Robert Walton, un joven idealista que ha emprendido un viaje al Polo Norte para interrogar a la existencia sobre el porqué de su soledad. Entre los hostiles hielos del Ártico encuentra al doctor Viktor Frankenstein, un científico que en los últimos estertores de su agonía le cuenta una increíble y aterradora historia. Y esa historia está protagonizada por la Criatura, un ser al que Frankenstein ha dado vida al regresarla de la muerte.
El dilema moral planteado por Mary Shelley, autora de la novela sobre la cual se basa esta obra, ahonda en la esencia de lo humano, en el concepto de lo monstruoso, donde se aúnan lo ético y lo físico. El padre, el amor, el abandono, la soledad, el rechazo, la búsqueda incesante de sentido en la existencia, van entretejiendo este relato entre las borrascas polares, escenario de las confesiones y los remordimientos de los personajes.

Fermani ha respetado la línea argumental y los tres personajes principales de la novela de Shelley (la criatura, Robert Walton y Viktor Frankenstei), pero su texto, hace hincapié en la condición humana de estos personajes y el conflicto que los acomuna y los reúne: la soledad de las personas a las cuales es negada la posibilidad de realizarse como seres humanos e integrarse a la sociedad, y la incapacidad de amar al diverso, causa de las grandes desgracias que tienen lugar en la historia misma. El “monstruo” está dentro de cada ser humano que no es capaz de aceptar, de comprender, de convivir, de hacerse responsable, de amar.
Nicolás Perrone: “Interpretar esta obra es una experiencia intensa”



Una de las causas de admiración que provoca esta pieza, es el desafiante trabajo actoral que asume Nicolás Perrone, interpretando a los tres personajes de la historia. La intención del director de condensar todo un único actor, responde a la intención de revelar diferentes rostros que habitan en todo ser humano, como la ambición, la ilusión y también lo monstruoso. Para lograr esto, el trabajo está abordado desde técnicas corporales investigadas en laboratorios de experimentación, basadas en el teatro físico y la hibridación con la danza butoh. En cada caso, se ha indagado la emocionalidad y la afectividad para mostrar los distintos matices en los personajes.
“Para mí, interpretar esta obra es una experiencia muy intensa en varios niveles. Por un lado, representa un enorme desafío actoral, ya que el unipersonal implica la composición de tres personajes que, a su vez, están unidos como dimensiones de un mismo sujeto. Eso me puso en el trabajo de crear tres cuerpos y tres voces. Cada uno de los personajes aparece con su propia corporalidad y su propia vocalidad, las cuales, al mismo tiempo, van evolucionando a lo largo de la obra, porque a los personajes les pasan cosas que los van transformando. Por lo tanto, es una obra muy difícil técnicamente. Implica un compromiso actoral total”, cuenta Perrone.
El actor también destaca una cuestión afectiva sobre este trabajo, porque el texto de Fermani es uno los más poéticos y complejos que ha realizado el artista, donde cada frase evoca el carácter epocal romanticista que tiene la novela de Mary Shelley, haciendo que la obra sea muy emocional.
“Tuvimos que buscar los matices de cada personaje, para mostrar el lado humano y contradictorio de cada uno. En ese proceso, comprendí que muchas veces las emociones por las que pasan los personajes se confunden entre sí. Porque lo que manifiestan es un dolor profundo, vinculado a la soledad y al rechazo (eso es lo monstruoso), que cada uno vivencia de modo particular. De esta manera, interpretar estos personajes me exige un proceso de mucha intensidad afectiva y expresiva”, explica.
El actor también resalta que lo que se ve plasmado en el escenario sintetiza muchos años de trabajo e investigación junto a la Compañía Los Toritos. “Es la forma en que ha decantado y evolucionado la experimentación en el laboratorio teatral, sumado a mis propios intereses de exploración actoral”.
Cabe destacar que además del planteo actoral que transporta el peso de toda la historia, la obra cuenta con una puesta en escena despojada, propia del teatro de experimentación, en donde resalta un elaborado vestuario complementado con máscaras y objetos de utilería, creados por la vestuarista Victoria Fornoni y la artista plástica Viviana Ordóñez, pensados y ejecutados de manera que aporten elementos narrativos al desarrollo de la trama y la identificación de los personajes. A esto se le suma la ambientación musical y un importante dispositivo lumínico de Carlos Croci.
Nueva función en el Le Parc


“El monstruo está en nosotros” tendrá una nueva presentación en la Sala Tito Francia, del Espacio Cultural Julio Le Parc, este domingo 8 de junio, a las 20.30h. La entrada general es de $10.000 y la venta es a través de EntradaWeb. Por ese mismo medio, se puede acceder a una promoción de 2 entradas por $15.000.
Daniel Fermani (autor y director de la obra).
Escritor, actor, Licenciado en Letras y director teatral. Con su compañía de teatro experimental “Los Toritos”, fundada en Italia en 1999, ha puesto en escena más de veinte obras de su autoría, en distintas ciudades de Italia, Argentina y Perú. Sus textos dramáticos han sido publicados en México, Argentina e Italia, país este último en el cual trabajó doce años como periodista. Su obra teatral “Argentina Infierno Siete” fue declarada de interés parlamentario nacional por la Cámara de Diputados de la Nación. Su obra “Yocasta es una señora irascible” fue seleccionada por CON/TEXTO TIPEA y Argentores, para representar a Mendoza en su Antología Teatral de Argentina. Fue distinguido por el Honorable Senado de la Nación por su labor como escritor. Ha sido Jurado Nacional del Instituto Nacional del Teatro (INT).
Nicolás Perrone (intérprete de la obra).
Es actor y participa de la compañía mendocina Los Toritos desde el año 2007, con la cual ha realizado numerosas obras, laboratorios de investigación y gestión del espacio cultural La casa de Asterión (2012-2013). Ha actuado en más de 20 obras teatrales, con esta compañía y otras, realizado performances, dirigido piezas teatrales, y participado en festivales provinciales, regionales y nacionales. También es Profesor y Doctor en Filosofía por la UNCuyo. Es docente y becario posdoctoral del CONICET, donde desarrolla investigaciones sobre las relaciones entre cuerpo, imagen y performatividad. Ha publicado numerosos artículos en revistas internacionales con sus investigaciones, entre las cuales se encuentran análisis de cartografías teatrales del oeste argentino, que aportan al reconocimiento de las teatralidades regionales.
Sobre la Compañía Experimental Los Toritos
La Compañía de Teatro Experimental Los Toritos fue fundada por Daniel Fermani, en Roma en 1999, como resultado de las investigaciones dramatúrgicas y experimentales. En el 2000 la compañía se transfirió a Mendoza, medio más adecuado para profundizar y extender su investigación, y allí abrió su laboratorio experimental y prosiguió el trabajo con textos experimentales. En 2004 abrió un teatro escuela, llamado La casa de Asterión, que funcionó hasta 2006 de manera independiente y autogestiva. Luego retomó el proyecto como espacio cultural, el cual mantuvo actividades entre 2012 y 2013. Desde entonces, la compañía prosigue su labor de manera completamente independiente, integrada por el núcleo del director Daniel Fermani y el actor Nicolás Perrone, y convoca otros artistas para proyectos específicos. Los Toritos ha puesto en escena 20 obras teatrales y ha trabajado ininterrumpidamente durante sus 26 años de existencia.