Cuando la angustia se hace presente en un partido de fútbol
No tuve la oportunidad de ver el partido en vivo, pero sin dudas sentí mucha angustia al ver sólo títulos y fotos de lo que sucedió, pero al mirar los vídeos fue mucho más chocante y dramático. No me quiero ni imaginar lo que fue para todos los allí presentes, ni para su pareja. Es un gran alivio saber que el jugador se encuentra estable, ojalá sea así y no se repita otro caso ni similar. También felicitaciones para los médicos que lo atendieron y gracias totales a ellos.
La fiesta de la Eurocopa quedó de lado y las imágenes paralizaron al mundo. Christian Eriksense desplomó en el campo de juego durante el primer tiempo del partido entre Dinamarca y Finlandia y fueron minutos de mucho dramatismo. En medio del drama que vivían los jugadores y los hinchas que pudieron asistir al Parken Stadion de Copenhague al observar cómo se realizaban los trabajos de reanimación, la pareja del volante, Sabrina Kvist Jensen, ingresó desesperada a la cancha.
Mientras muchos compañeros lo rodeaban a Eriksen para que no se filtren más imágenes de un momento dramático,Kasper Schmeichel, arquero del Leicester de Inglaterra, y el capitán Simon Kjaer (Milan) -fue el primero en asistirlo y en llamar a los médicos-, se acercaron a consolarla. Después de intentar tranquilizarla con palabras de aliento, los tres terminaron abrazados en una imagen desoladora.
Finalmente, más allá de esos minutos que fueron eternos, llegó la mejor noticia: el compañero de Lautaro Martínez en el Inter fue retirado en camilla y en una foto se lo pudo ver consciente, despierto arriba de la camilla y asistido con oxígeno. A su vez, la UEFA llevó más tranquilidad al informar que fue traslado y se encuentra «estabilizado».
La situación fue por demás dura. Eriksen, que venía siendo uno de los mejores jugadores del partido, fue a recibir un lateral de un compañero y antes de tocar la pelota ya empezó a desvanecerse. Cayó y tanto compañeros, como rivales, árbitro e hinchas, pidieron desesperadamente la rápida atención médica. El jugador danés, de 29 años, estaba de costado, fue ubicado boca arriba y comenzaron con las tareas de reanimación.
La experiencia de Eriksen con el Covid
Si bien no se contagió, Eriksen contó que la pasó mal durante el confinamiento. «He estado corriendo en el estacionamiento del club y he calculado que puedo correr 35 metros y luego darme la vuelta. No he tocado un balón en siete semanas, el periodo más largo de mi vida, y lo empiezo a extrañar”, dijo en mayo del año pasado.
Al estar lejos de su familia, el danés casi se muda con algún compañero. «Pensé en pedirles a Ashley Young y Romelu Lukaku pasar el confinamiento con ellos, pero tienen familias de las que cuidar y 14 días son muchos para estar durmiendo en el sillón de otra persona”, le contó al diario inglés The Sun.




