Brian Impellizzeri y Hernán Urra ganaron medallas plateadas, Los Murciélagos jugarán la final por la dorada
Brian Impellizzeri tuvo una brillante actuación en Tokio, con un registro de 6.44, su mejor marca personal, el argentino terminó segundo en salto en largo T37 y se quedó con la medalla plateada. Esta es la primera medalla paralímpica de la historia para Argentina en salto en largo.
Impellizzeri había ganado una medalla dorada en la misma prueba de los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019 y ahora volvió a subirse al podio, esta vez en su primera cita paralímpica. Esta es la cuarta medalla para argentina en Tokio tras las que obtuvieron Antonella Ruíz Díaz (lanzamiento de bala F41), Yanina Martínez (200 metros T36) y Pipo Carlomagno (100 metros espalda S7).

Hernán Urra lo hizo de nuevo y ganó la medalla plateada en lanzamiento de bala F35 con una marca de 15.90 metros, la mejor de su carrera y récord continental, en los Juegos Paralímpicos de Tokio. El joven de Cinco Saltos, Río Negro, ya había festejado una plateada en su debut paralímpico en los Juegos de Río 2016 con 14.91. Después de un ciclo paralímpico brillante, ahora consiguió otra histórica consagración. Sus lanzamientos tuvieron la siguiente progresión: 15.12, 15.53, nulo, 14.67, 15.43 y 15.90, en su último intento, que lo tuvo hasta el tiro del final con chances de dorada. Sin embargo, el uzbeco Norbekov lanzó 16.13 en su último lanzamiento y se quedó con el primer puesto.
Por otro lado Los Murciélagos estarán en la final. Una vez más, Maximiliano Espinillo fue la figura, el cordobés de los peinados raros destrabó un partido complicado y fue fundamental para vencer a China por 2-0 en la primera semifinal de fútbol para ciegos de los Juegos Paralímpicos de Tokio. Así, Argentina jugará su segunda final en un Juego Paralímpico después de 17 años cuando en Atenas 2004 consiguió la medalla plateada.
Ahora en Tokio, entre la lluvia, el campo mojado y la solidez defensiva de China, a la Argentina le costó tomar las riendas del partido. Trabadísimo y con escasas situaciones de peligro, una constante de los duelos con los asiáticos.
Parecía una noche negra y complicada cuando Espinillo, justo él, falló el penal a 5 minutos del descanso. Pero el goleador tuvo su revancha con otro penal –en este caso por acumulación de faltas de China-. Espinillo lo pateó igual que el anterior, abajo a la derecha del arquero, y festejó.
Ese gol que destrabó el partido facilitó el panorama. Argentina se sacó la presión y levantó el nivel de su juego. Espinillo se inspiró, robó una pelota, encaró y pateó. La pelota sonora dio en un palo, en la espalda del arquero y entró pidiendo permiso.
Así, Los Murciélagos se aseguraron una medalla porque jugarán la gran final contra el ganador de Brasil y Marruecos. Será la segunda oportunidad para ganar la dorada paralímpica. La primera vez, en aquella final de Atenas, no estuvo Espinillo en cancha. Ahora con Maxi, todo es posible.







