Quiero Decir

Mi diario digital…

Si te gusta Quiero Decir

Invitame un café en cafecito.app
Deportes Noticias

Boca, Campeón a lo Boca, por penales se quedó con la Copa Argentina

A lo Boca. Así gritó campeón de la Copa Argentina. Porque apenas pateó una vez al arco. Porque aguantó con uno menos durante casi media hora. Y porque en los penales Rossi se hizo gigante. Como marca la historia. La de la época dorada. Otra vez desde los 12 pasos, en esta oportunidad no para conquistar América sino para ganar el más federal de los torneos organizados por la AFA y adueñarse así de la plaza que lo mete en la fase de grupos de la competencia de clubes de mayor relevancia de la Conmebol, la Copa Libertadores.

Salvio ejecutó el disparo definitivo, el que le dio la estrella a Boca. Antes, Rossi se lució tapándole el remate a Fértoli y dejándole a sus compañeros la responsabilidad de mantener la diferencia. La había pasado mal, Boca. Apagado desde el juego, con uno menos por la roja por doble amarilla de Ramírez, hizo lo que le pedía el partido para que la historia no se le escapara en el tiempo reglamentario, cuando la tuvo complicada más por impericia propia que por la capacidad ajena.

Es un lugar común pero válido: no se jugó el partido, se peleó. Salió fea la final, cargada de nervios. Algunos números son perfectas pinturas para entender lo que sucedió en el Madre de Ciudades: se cometieron 20 faltas (una cada 2, 25 minutos), hubo cuatro amonestados, un expulsado (Juan Ramírez) apenas patearon una vez al arco (Valoyes, a los 41’) y existieron cuatro encontronazos entre futbolistas (Auzqui-Rojo, Pérez-Villa, Campuzano-Valoyes y Martino-Advíncula). El resultado del la etapa inicial, entonces, no podría ser otro que el 0 a 0.

Jugaron mal Talleres y Boca por la tensión de la final y también porque cambiaron sus maneras. Alexander Medina dejó de lado el 4-2-3-1 y apostó por un 4-4-2, con Auzqui en la misma línea que Santos. Con el nuevo dibujo pesó menos Valoyes, que tuvo un punto de inicio un poco más retrasado. Y tomó recaudos el Cacique y casi no mandó al ataque a Tenaglia, por lo que la T se plantó siempre con 3 en el fondo. Abusó de las pelotas largas, además, porque los dos volantes centrales, Villagra y Méndez, estuvieron nerviosos. Inquietó solo con algún córner y con el remate lejano de Valoyes que casi termina en gol por un error de cálculo de Rossi.

Boca, por su parte, se paró con un 4-3-3. Esta vez, Cardona fue un enganche pero partiendo desde el extremo izquierdo. Porque no se puede aseverar que el colombiano fue wing. Lógicamente, participó menos, pero las poquitas buenas de Boca (algún pase filtrado, un par de centros, un cambio de frente) se gestaron desde su cabeza y su pie derecho. Fabra no tuvo el sendero liberado y no pasó al ataque. Tampoco fluyó el juego de los interiores Almendra y Ramírez. El dato también grafica: Boca no pateó al arco en el primer tiempo.

Hizo algo bueno el elenco de Battaglia: no permitió las largas corridas de Talleres. Se sabe que los cordobeses se hacen fuerte en esa faceta del juego y Boca bloqueó esa posibilidad.

Había arrancado un poquito mejor Boca en el complemento, soltando más a los laterales y juntando pases en el mediocampo. Se paró unos metros más adelante. Pero no encontró caminos para generar situaciones. Todo se desmoronó cuando Juan Ramírez se fue expulsado por doble amonestación. Otro juego arrancaba.

Pero le volvió a quedar grande un partido a Talleres. Tiene que levantar ese pagaré el Cacique Medina. Como contra River en el torneo local, jugó en ventaja numérica largos minutos y no supo qué hacer. Volvió a retener al doble-cinco de contención y tardó demasiado en incluir a Retegui a la cancha. Manejó la pelota sin ningún sentido; ni siquiera mandó pelotas largas al área.

Fue inteligente Boca para hacer correr los últimos 20 minutos sin que nada pasara. Se pinchó el juego y uno a uno los jugadores se fueron cayendo para hacer tiempo. Battaglia utilizó los 5 cambios. Tuvo maña Boca, experiencia. Y aguantó sin recibir remates al arco.

Se conformó Talleres también con llegar a la definición por penales. Acaso hayan sido los únicos que no se enteraron que Boca es matador en ese tipo de definiciones. Rossi le atajó el segundo a Fértoli. Metieron Rojo, Izquierdoz, Pavón y Sandez. El definitivo le quedó a Toto Salvio, que la clavó en el ángulo y gritó campeón.

DEJA UNA RESPUESTA

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Facebook
Instagram