Quiero Decir

Mi diario digital…

Si te gusta Quiero Decir

Invitame un café en cafecito.app
Noticias Opinión

Raúl Alfonsín, su nombre se valora más con el paso de los años.

Un 31 de marzo hace 12 años fallecía Raúl Alfonsín, el Padre de la Democracia, el político, el estadista, el abogado, un promotor de los derechos humanos que eligió el 10 de diciembre como fecha de su asunción a la presidencia de Argentina, justamente el día de los derechos humanos.

Alfonsín fue concejal, diputado provincial, diputado nacional, senador nacional y presidente de la Nación Argentina en un momento muy particular, asumió el cargo tras ponerle fin a la peor dictadura cívico-militar del país y la última hasta el momento, gracias a las bases que él sentó.

Se destacó como dirigente de la Unión Cívica Radical, el día de su nacimiento se conmemora como el día de la militancia radical y siempre ha sido un referente para el partido, extrañándolo cada vez más, su imagen parece más fuerte con el paso del tiempo, al no haber otra figura radical que se imponga desde hace muchos años.

Raúl Alfonsín durante su campaña presidencial recitaba siempre al finalizar el Preámbulo de la Constitución Nacional, muchas veces finalizándolo con lágrimas de emoción. Inició su gobierno con la consigna “con la democracia se come, se cura y se educa”, pero su política económica no lo acompañó, siempre estuvo perseguido por la alta deuda externa heredada de la dictadura, la imparable inflación que pasó a ser hiperinflación en mayo de 1989, lo cual lo llevó a adelantar las elecciones y el traspaso de mando al próximo presidente Carlos Menem.

Sin embargo su gobierno sentó las bases de una Argentina hacia el futuro. La gestión de Alfonsín es conocida principalmente por la realización del Juicio a las Juntas, así como también por el Tratado de paz y amistad entre Argentina y Chile y los acuerdos con Brasil que llevaron a la formación del Mercosur. En 1985 recibió el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional   «en consideración a las dificultades de la transición política, al hacerse cargo del gobierno de la República Argentina tras una guerra de dramáticas consecuencias».7

Dentro de sus políticas sociales se destacan la ley de divorcio vincular y la patria potestad compartida, así como también la defensa de los derechos humanos. Se manifestó a favor de la despenalización del aborto, sin embargo, no presentó ningún proyecto para evitar un cruce con la iglesia.

Tras dejar la presidencia realizó el Pacto de Olivos con Menem, que permitió la realización de la reforma de la Constitución Nacional Argentina en 1994, también participó de la Alianza que llevó al gobierno a Fernando De la Rúa.

Raúl Alfonsín abandonó la presidencia con su popularidad en descenso debido a los malos resultados económicos de su gestión y las leyes de impunidad que impulsó para impedir el enjuiciamiento de los crímenes de lesa humanidad cometidos en la última dictadura militar. A pesar de esto y del paso de los años su imagen personal se vio en gran medida rehabilitada y muchos sondeos y estudios posteriores encuentran que la opinión pública argentina en general califica su figura de manera positiva.

Una encuesta del año 2018, que evaluaba el desempeño de las presidencias posteriores a la restauración de la democracia, ubicó a Alfonsín en primer lugar. Seguramente esto tiene que ver con que su imagen ni su gobierno, a pesar de los errores que pudo haber cometido, está manchado por la corrupción o trabajar por intereses propios.

DEJA UNA RESPUESTA

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Facebook
Instagram