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«Buenos días Verónica» no siempre las segundas partes son malas

Después de una buena primera temporada de la serie de Netflix Buenos Días Verónica, donde el abuso a mujeres era uno de los condimentos principales, la segunda temporada  se centra en la mafia, brevemente insinuada en la temporada anterior, y se retoma unos meses después del final de la misma.

Verónica Torres, aún muerta para el mundo, investiga la turbia organización que está detrás de Claudio, que resulta ser mucho más de lo que ella misma hubiera pensado. También está la conexión con su padre y el pensamiento de que tal vez su padre no era parte de esta pesadilla y que sus padres tuvieron el destino que tuvieron porque decidieron enfrentarse a la mafia.

Y en esta continuación vemos a una Verónica distinta, más dura y fría a la hora de tomar una decisión, pero con la misma sagacidad y valentía para averiguar la verdad. Las circunstacias la llevan a estar más preocupada por sus hijos que podrían ser los blancos de sus enemigos para vengarse de la expolicía que está más en llamas que nunca.

Si bien ninguna de las dos temporadas está basada en un hecho real de por sí, muchas veces la realidad supera la ficción. El tema de mafias y sectas es más actual de lo que quisiéramos y como muestra hoy en día encontramos la historia de la secta pornosardo en Buenos Aites tras la Escuela de Yoga.

Entre la secta de Buenos días Verónica y la secta real podríamos trazar varios paralelismos y como siempre el abuso a las mujeres es un tema recurrente tanto en la realidad como en la ficción.

Volviendo a la ficción en sí no deja de ser buena como la primera temporada, aunque haya una meseta promediando los capítulos, hacia el final vuelve a ir increscendo la historia, dándonos, hacia el final, una gran sorpresa. Lo mejor de la segunda temporada es el cambio y crecimiento como personaje de su protagonista y las nuevas historias que conocemos, tan bien contadas como la primera temporada.

Lamentablemente como en cada serie, en tiempo de streaming, hay que esperar una nueva temporada para conocer cómo continúa la historia, y esta vez el final de la nueva temporada deja mucho más interrogantes que la primera parte, que deseamos conocer.

Ojalá no haya que esperar mucho tiempo para conocerla, ni se produzca una nueva meseta entre los capítulos, ya que Buenos Días Verónica nos tiene acostumbrados a un buen enlace entre drama, acción y revelaciones que, por lo menos yo, estoy dispuesta a volver a ver.

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